Los indicadores de riesgo de corrupción son necesarios en toda entidad pública o empresa privada.
Durante el crecimiento de una organización siempre surgen problemas para garantizar un buen desempeño alineado a los códigos de ética. Para solucionarlos, debemos contar con una función de compliance y establecer una adecuada política de gestión de riesgos de soborno y corrupción.
¿Por qué es necesario el compliance ?
El compliance consiste en la implementación de normas de autorregulación en la organización para prevenir, eliminar o mitigar los riesgos de conductas delictivas en el campo laboral. Estas actuaciones (corrupción, sobornos, enriquecimiento ilícito…) se producen tanto en el ámbito privado como en el sector público. Además, pueden ser cometidas por figuras de autoridad, por los empleados y empleadas o por personas cercanas a la organización.
El desarrollo del compliance es decisión propia de la alta dirección, pero deviene del mandato legal del Estado de promover buenas prácticas corporativas y fomentar la ética empresarial.
A continuación, vamos a explicarte varios aspectos importantes relacionados con esta cuestión.
¿Qué beneficios obtienes con la implementación de un sistema de gestión antisoborno?
Contar con un sistema de este tipo fomenta las prácticas transparentes y éticas en la organización. Asimismo, mejora la cultura organizacional y reduce el riesgo de enfrentar conflictos judiciales. En este sentido, la alta dirección deberá establecer las políticas de cumplimiento conforme a la norma internacional ISO 37001.
¿Cómo mejorar la gestión de los indicadores?
Recuerda que, en la práctica, no existe un indicador único que permita evaluar los niveles de corrupción en una empresa, ya que es un problema que deriva de varias conductas ilícitas. No obstante, para mejorar los indicadores de gestión, es necesario que lleves a cabo las siguientes acciones conjuntas:
- Análisis del perfil de riesgo de cada organización: Es importante la autoevaluación a fin de conocer qué áreas son más propensas a la corrupción. Por otro lado, identificar los puntos críticos permitirá que se implanten nuevas medidas para fomentar las buenas prácticas corporativas.
- Difundir la política anticorrupción: Es fundamental conocer la escala de sanciones y el proceso disciplinario de la empresa.
Pasamos ahora a comentar cuáles son algunos de los indicadores de corrupción más frecuentes en las organizaciones:
- En el departamento de ventas:
- Cuando se realizan pagos sin acreditación, es decir, no existen facturas o recibos con información suficiente de la venta.
- Cuando solo se vende a un comprador a precios exorbitantes.
- En el departamento de compras:
- Compras innecesarias y sin el cumplimiento de los requisitos mínimos.
- Comercio solo con conocidos o con empresas fantasmas.
- Existe sobrefacturación o no recibimos lo que solicitamos.
- En el área de recursos humanos:
- Cuando otras instituciones influyen en los procesos de selección o se contrata a las personas menos calificadas.
- En el área de operaciones con el exterior o el Estado:
- La organización tiene como clientes o socios a corporaciones o empresas estatales.
- Se solicitan compensaciones para la obtención de licencias, permisos y visas.
- En el área de contribuciones o donaciones:
- Se realizan contribuciones excesivas a proyectos de infraestructura, programas sociales o de caridad.
- Gasto de grandes sumas de dinero en patrocinios o campañas políticas.
Como has podido comprobar en este artículo, todas las organizaciones necesitan implementar los indicadores de riesgo con procesos de mejor continua.
No olvides que el cambio requiere de la participación de todas las áreas de la organización, lo cual supone un gran reto, pero existen consultoras especializadas como CYNTHUS, que pueden ayudarte en la implementación de este tipo de buenas prácticas corporativas.